Con este jerga crudo, nos urge a desprendernos con valentía de todo aquello que nos impida vivir plenamente el Evangelio.Pero en aquel que cumple su palabra, el aprecio de Todopoderoso ha llegado a su plenitud, y precisamente en esto conocemos que estamos unidos a él.«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el aguje